El transporte está obligado a reducir el impacto ambiental sin comprometer la operativa. En este contexto, el combustible HVO (Hydrotreated Vegetable Oil) ha empezado a sonar con fuerza (seguro que lo has oído) como una opción seria, limpia y viable para empresas que quieren avanzar hacia la descarbonización sin renunciar a su flota actual.
Si gestionas una empresa de transporte o logística, este artículo te interesa. Vamos a ver qué es el HVO, cómo se diferencia del diésel convencional, qué ventajas reales ofrece y cómo puedes integrarlo en tu operativa diaria.
¿Qué es el combustible HVO?
El HVO es un diésel renovable producido a partir de aceites vegetales y grasas animales, procesados mediante una técnica de hidrogenación. A diferencia del biodiésel tradicional (FAME), el HVO no contiene oxígeno, tiene una estructura química casi idéntica al diésel fósil y es compatible con motores diésel sin necesidad de modificaciones.
Tranquilo, no necesitas entenderlo. Solo tienes que saber que este tipo de combustible cumple con la norma EN 15940, lo que garantiza su calidad y uso seguro en vehículos industriales.
¿Por qué se está hablando tanto del HVO?
Pues simplemente porque combina lo mejor de dos mundos:
- Reducción de emisiones de CO₂ de hasta un 90%.
- Uso inmediato en vehículos diésel existentes.
- Mejora del rendimiento del motor gracias a un alto número de cetano.
- No requiere inversión en nuevos vehículos ni modificaciones en la flota.
En otras palabras, el HVO no exige reinventar la rueda: puedes empezar a usarlo hoy mismo, si tienes acceso a una estación de servicio que lo distribuya.
Ventajas reales para el transporte por carretera
1. Menor impacto ambiental
El principal beneficio del HVO es su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sin alterar la operativa del transporte. Esto lo convierte en una de las alternativas más inmediatas y eficaces al diésel convencional.
De hecho, en un artículo anterior sobre cómo reducir el consumo de combustible en camiones, ya hablábamos de cómo los hábitos y las decisiones estratégicas influyen en el rendimiento de la flota. Apostar por el HVO encaja perfectamente en esa línea.
2. Compatibilidad sin complicaciones
A diferencia de otros combustibles alternativos, el HVO no requiere adaptación técnica, ni cambios en los inyectores, ni sustituir componentes. Para una empresa, eso significa transición rápida y sin costes adicionales, algo que todos vamos buscando.
3. Más limpio, más silencioso
El HVO quema de forma más limpia que el gasóleo tradicional.
Menos humo.
Menos olor.
Menor ruido del motor.
Esto lo hace especialmente interesante para operaciones urbanas, donde la presión medioambiental es mayor.
El HVO, ¿tiene inconvenientes?
Pues por ahora, el único obstáculo real es la disponibilidad, lo cuál debería solucionarse con el paso del tiempo. No todas las estaciones de servicio ofrecen HVO, aunque cada vez son más. Además, su precio por litro suele ser algo más alto que el del gasóleo convencional, aunque puede compensarse con ayudas o bonificaciones fiscales en determinados casos.
💡 En países como Países Bajos, Finlandia o Suecia, el uso de HVO ya está muy extendido y forma parte de la estrategia nacional de reducción de emisiones. En España, empresas como Trucksters o Bosch han comenzado a probarlo con buenos resultados.
¿Cómo integrar el combustible HVO en la gestión de flota?
Si decides incorporar HVO a tu operativa, es importante tener un control riguroso de:
Consumos.
Impacto medioambiental.
Coste por kilómetro.
Estaciones de repostaje disponibles.
Aquí es donde un software como KaleidoTrans puede ayudarte. Su sistema de gestión permite:
✅ Registrar los consumos por tipo de combustible.
✅ Analizar el impacto de cada ruta en función del carburante utilizado.
✅ Ajustar la planificación de rutas según las estaciones de servicio disponibles.
✅ Generar informes de sostenibilidad que muestren las reducciones de CO₂ logradas con el uso de HVO.
Cada vez más empresas confían en Kaleidotrans, con resultados por encima de las expectativas. Pide ya una demo gratuita y descubre el por qué.
¿Qué dice la legislación del HVO?
El uso del HVO está respaldado por la normativa europea y cumple con los estándares establecidos para combustibles renovables. En España, su uso está permitido y cada vez más operadores lo ofrecen, aunque todavía no está tan implantado como en otros países del norte de Europa.
Puedes consultar más información técnica en el sitio oficial de Neste, uno de los principales productores de HVO del mundo.
Conclusión
Creo que ya podemos asegurar que el combustible HVO no es ciencia ficción. Es una alternativa real, limpia y operativa al diésel tradicional. No elimina todos los retos del transporte, pero es un paso firme hacia un modelo más sostenible, sin tener que cambiar de flota ni asumir grandes inversiones.
Para una empresa que ya trabaja con herramientas como KaleidoTrans, el salto al HVO es natural. Te permite controlar mejor tu impacto ambiental, mantener la rentabilidad y adaptarte a las nuevas exigencias del mercado.
Y en un sector como el transporte, adelantarse a los cambios puede ser la mejor manera de seguir rodando con fuerza.